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La Montaña Oriental Leonesa

Flora

La montaña de Riaño ha sido conocida desde antiguo por sus legendarios bosques, motor en muchos casos de las economías de los pueblos que supieron aprovechar su madera desde tiempos inmemoriales, fuente irrenunciable de calor y bienestar durante los duros inviernos de estas montañas.

 

De esta manera, encontramos extensos hayedos ( Fagus sylvatica) en Valdeón, Sajambre, Valdeburón, Lillo y los montes de Carande , Salio y Monteviejo. En las vertientes con orientación sur de Riaño, Boca de Huergano, Cremenes y Prioro destaca la presencia de bosques de robles, Roble albar (Quercus petraea)principalmente en las cotas más altas y melojo ( Quercus pyrenaica) en los sectores con clima de influencia más mediterránea.

centa

Entre estas masas prosperan otro tipo de árboles, como serbales ( Sorbus aucuparia), abedules ( Betula celtiberica), fresnos ( Fraxinus excelsior), mostajos ( Sorbus aria), avellanos ( Corylus avellana), cerezos ( Prunus avium), manzanos de monte (Malus sylvestris) y espinos (Crataegus monogyma). En zonas bajas de clima oceánico como Sajambre o Valdeón prosperan también algunos nogales ( Juglans regia) y castaños ( Castanea sativa).

 

El acebo ( Ilex aquifolium) es una seña de identidad de la montaña ya que Riaño dispone de un notable número de acebedas en buen estado de conservación. La presencia del tejo ( Taxus baccata) también es relevante en muchos sectores de la montaña como Monteviejo, Anciles o Lillo, si bien este legendario árbol recuerdo vago de lo que fue en el pasado parece presentar serios problemas de regeneración.

narciso

Igualmente son relevantes en la zona los sabinares (Juniperus sabina), con especial mención a de Crémenes, si bien existen ejemplares en otros sectores calizos de la montaña oriental, como las peñas de Besande.

 

En ningún modo podemos olvidarnos del único bosque autóctono de pinos silvestre ( Pinus sylvestris) de la cordillera cantábrica, situado en las cercanías del puerto de las señales, en Cofiñal, último recuerdo de lo que debió ser la cordillera cantábrica hace 4.000 años, donde el pino era la especie dominante en nuestro entorno.

 

Buena parte de la montaña oriental leonesa, habitualmente en zonas de transición donde el bosque desapareció en el pasado por efecto de las talas y del fuego, aparece el matorral. En nuestro sector predominan los piornales , Cytisus sp y Genista sp y los brezales, Erica sp. También es esencial señalar la importancia ecológica del arándano ( Vaccinium myrtillus), fundamentalmente en suelos ácidos y la presencia en menor cantidad de la gayuba (Arctotaphylos uva-ursi), especie propia de suelos básicos. Igualmente en zonas altas podemos encontrar enebros ( Juniperus communis) y otros arbustos espinosos.

Roblón de Valdehorno ( Tierra de la Reina)

 

En cuanto a la flora vascular, hay que señalar que debido a la elevada cobertura forestal existen un gran número de especies asociadas a este tipo de bosques. Sin embargo por su endemicidad y rareza destacan las especies de alta montaña , muy especialmente aquellas ligadas a cordales silíceos de gran altitud como los del macizo de Peña Prieta.

 

De las especies catalogadas por la UICN destacan la presencia de 9 endemismos cantábricos, como son la Campanuda arvatica, Draba cantabriae, Festucaa burnatii,Geranium suargentum, Petrocoptis pyrenaica subs. glaucifolia, Saxifraga canaliculata, Saxifraga confiera, Spergula viscosa y la Veronica mampodrensis.

 

Igualmente en nuestro territorio podemos encontrar una especie catalogada como en peligro de extinción por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, el Ranunculus parnassifolius Subs.cabrerensis , especie que cuenta con algunas poblaciones en los cordales más elevados de Tierra de la Reina.

Imagen 242

Igualmente dentro del ámbito de la Unión Europea y de la Directiva 92/43CEE de Hábitats, existen algunas especies de interés comunitario para cuya conservación será necesario designar zonas de especial conservación, este es el caso del Narcissus asturiensis, Narcissus pseudonarcissus subs. nobilis, Santonina semidentata, Festuca elegans, Festuca summilusitana y Apium repens.

 

Igualmente en nuestro sector existe una especie de interés comunitario que requiere de una protección estricta, Narcissus triandus.

 

De los endemismos cantábricos podemos señalar por su rareza la Androsace cantábrica y el Allium palentinum y entre los endemismos ibéricos el Holcus gayanus y Pediculares pyrenaica subs.fallax.

 

Existen además tres especies el Thalictrum alpinum, Artemisa umbelliformis y Carex atrata propias del pirineo que solo se encuentran en la Cordillera cantábrica en contados parajes entre el Pico Espigüete y Peña Prieta

 

Por último por su rareza y presencia en nuestro territorio destacaremos la Veronica alpina, Silene rupestres, Sedum alpestre, Senecio boissieri y Poa laxa.